Tus huesos se debilitan, tus parámetros sanguíneos son lamentables y tan sólo te queda una muerte lenta
Aquello fue para mí un baldazo de estalactitas puntiagudas todas sobre mi sien
Quería estar ahí pero disfrazada de alien persa.
Contigo cigarrillos y agua mineral
(porque el pan y la cebolla me dan asco)
Los primeros días fuimos felices con leves precipitaciones hacia la hora de la comida. Almorzar y cenar habían mutado en castigos maya. La eterna pelea era “¿salimos a comer o comemos en casa?”. ¡No me interesa! Quiero estar con vos, donde sea. Si querés ir a comer vamos a comer y sino nos quedamos. No quiero elegir, no me gusta elegir. Quiero estar con vos. Nunca lo entendiste.
sábado, 17 de abril de 2010
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